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Investigación
Elementos de una monografía
Una monografía es una redacción expositiva o argumentativa que se elabora al término de una labor de investigación, ya sea documental, experimental o de cualquier tipo.
De una monografía se espera precisión, verificabilidad, imparcialidad y claridad, dado que se trata del documento que se entrega a terceros para dar cuenta de la materia investigada, los hallazgos encontrados y las conclusiones extraídas de los mismos.
De hecho, las diversas academias que existen emplean la monografía como el mecanismo más usual de comprobación de los conocimientos adquiridos o de la ejecución de un programa experimental determinado.
Elementos de una monografía
Los elementos que componen una monografía cualquiera son más o menos invariables, si bien lo ideal es que se ajusten a la naturaleza y el carácter del trabajo de investigación.
Por ejemplo, si se trata de un asunto experimental, seguramente habrá un apartado de evidencias y gráficas que rinden los datos estadísticos obtenidos; mientras que una documentación bibliográfica no requiere de ello, sino de una bibliografía detallada.
A grandes rasgos, podemos estructurar toda monografía en:
- Portada y páginas preliminares. Se trata de la presentación del trabajo de investigación, en donde se ofrece toda la información primaria requerida para saber de qué va: identificación de los investigadores, tutores, academia, el tema y el título específico del trabajo, así como la fecha de elaboración del mismo. En las páginas preliminares puede haber dedicatorias, agradecimientos o incluso epígrafes, si se considera que ilustran el espíritu del contenido.
- Índice. Ya sea ubicado al inicio o al final, el índice debe constar en toda monografía para permitir a los lectores desplazarse entre sus partes con comodidad y rapidez. En él se deberán detallar las páginas de inicio de cada capítulo con sus respectivos apartados principales.
- Introducción. La introducción de una monografía es la oportunidad para brindar al lector toda la información contextual necesaria para empezar a leer la monografía. Esto va desde un abordaje general del tema, de los problemas que interesan, de los antecedentes investigativos, de la importancia del tema para la academia (o el investigador, o la humanidad), hasta información previa sin la cual al lector le costaría mucho más entender el contenido de la investigación.
- Desarrollo. El desarrollo es el contenido como tal de la investigación, dividido y jerarquizado en capítulos y en aparatados, de acuerdo a las necesidades estructurales de la presentación de la información. Lo ideal es que cada capítulo aborde un tema general específico, que responda a un objetivo de la investigación o aclare una etapa del procedimiento experimental por separado. Puede contar con apoyo visual, estadístico o citas textuales, según se requiera.
- Conclusiones. El momento del cierre, de resumir lo más importante de todo lo dicho y vincularlo con otros temas mayores, o posteriores, que no son estrictamente del ámbito de la investigación. Es el momento de interpretar los resultados arrojados durante el desarrollo, de poner en relación los hallazgos o establecer las deducciones que hagan falta para obtener algo concreto y definitivo del trabajo realizado.
- Notas o anexos. Un apartado opcional. En algunos casos podrán ir aquí las citas textuales o referencias que no quepan en el pie de página (o se prefiera no colocar allí), o también los cuadros, gráficos, listas, etc. que sería muy engorroso incluir en el desarrollo. Bastará con referirlos en el momento adecuado del desarrollo mediante un “(véase fig. 4)” o similares.
- Bibliografía o referencias textuales. Apartado documental en el que se detallan los libros, revistas, folletos o cualquier material que nos haya servido durante la elaboración del trabajo. Cualquier dato, referencia o cita que haya en la monografía deberá estar referido aquí con sus respectivos datos bibliográficos: autor, año de publicación, editorial, páginas consultadas, etc.